La morfología estudia y ayuda a describir las palabras. También aplica dentro de la rama de la biología al estudio de los seres vivos y en la geomorfología al estudio de la superficie terrestre. Esta palabra designa cualquier estudio que se aplique al análisis de la forma y otras características de aquello que es objeto de análisis.
La palabra morfología tiene sus orígenes en el antiguo idioma griego, específicamente en el término “μορφή” que se traduce como “morphé”; es decir “forma”. Se combina con otro término “λóγος” que se traduce como “lógos” es quiere decir “tratado”.
Distinguir entre morfología y sintaxis puede en un principio ser difícil. Mientras la morfología explica cómo es la estructura; la sintaxis se centra solamente en describir las palabras y en como ellas se combinan; ya que se forman distintas variantes de sintagmas y oraciones.
¿Qué es la morfología en lingüística?
La morfología se define en lingüística como una rama de esta ciencia, la cual se encarga de estudiar cada una de las relaciones y agrupaciones de los distintos sonidos que se usan para formar morfemas. Estas son unidades menores que tienen un significado propio. Estas combinaciones ayudan a formar palabras y sintagmas. Es decir, los morfemas son las raíces de donde proceden la mayoría de las palabras las cuales a su vez generan nuevas que comparten ciertas similitudes de forma y significado.
La morfología en lingüística se centra en estudiar la gramática que se aplica en cada idioma con la finalidad de clasificar y también explicar cómo funciona cada una de las distintas variaciones que poseen las palabras. El funcionamiento de la estructura de un lenguaje cumple ciertas acciones específicas, por lo cual la morfología ayuda a categorizar cada una de ellas tomando en consideración esas funciones. Por lo tanto las palabras son categorizadas principalmente como adjetivos, sustantivos, verbos, adverbios y otras variaciones. A su vez se explica cuáles son los procesos que intervienen en la composición de las palabras y derivación otras nuevas
La morfosintaxis
Para poder complementar el estudio de cómo funciona una lengua, la morfología se integra a la sintaxis creando una disciplina de estudio cuyo nombre es la morfosintaxis. Los morfemas se consideran como la unidad mínima significativa, la cual tiene uno o varios fonemas de los cuales están constituidos las palabras. Por ello la morfología se encarga de estudiar cada una de las partes de elaboración de forma individual y también la estructura.
La palabra morfología comenzó a ser utilizada a partir del siglo XIX dentro del campo de la lingüística. Desde este período se empezó a estudiar las formas de las palabras con una afección más moderna entendiendo cada uno de los fenómenos actuales que habían cambiado radicalmente a lenguaje de una forma compleja. Se trata de definir y clasificar las unidades de lenguaje, actualmente las nuevas palabras son estudiadas a través de la morfología léxica. Las palabras relacionadas con el modo y al lugar son estudiadas por la morfología flexiva.
En la mayoría de los idiomas se identifican lexemas (morfemas léxicos) los cuales la parte más básica de su estructura. Su número es mucho mayor si se compara con los gramemas (morfemas gramaticales). Estos últimos son unidades que son responsables de lograr expresar relaciones gramaticales sin que se vulnere el significado referencial básico que tiene una palabra. No tienen autonomía y además su aparición depende de ciertas restricciones gramaticales. Expresan gramaticalmente el número, genero, tiempo y el caso.
Por ejemplo, los gramemas flexivos se ubican en la parte final de la palabra y su finalidad es la de informar cuál es el género o el número. Así como el modo y la persona. Por ejemplo, la palabra niñas cuyos morfemas flexivos son a de género femenino y de número plural.
